Reforma laboral: las horas de trabajo y la productividad
El reciente proyecto de ley sobre reforma laboral ingresado al parlamento, plantea «extender la jornada diaria y disminuir o ajustar su distribución semanal», de esta forma hacer que la jornada de trabajo semanal sea de cuatro días. En efecto, contar con tres días y no dos como hasta ahora parece una medida saludable que sin lugar a dudas agradece la familia y el propio trabajador.
No obstante y mas allá de los slogan políticos, la medida no necesariamente incidirá a favor de la productividad, ello porque mas allá de «negociar» la distribución semanal, pudiendo adelantar la hora de entrada o salida, acortar la hora de colación para salir más temprano, lo cierto es que la jornada diaria de trabajo real se extiende a más de ocho horas. Las excesivas horas de trabajo por día sumado a los tiempos de traslado, puede provocar que la medida no sea tan alentadora como se exhibe.
Países desarrollados han acortado sus jornadas a seis horas, permitiendo mayores niveles de calidad de vida y mayor productividad. La cuestión es cuan productivos y felices podemos ser en forma «diaria» equilibrando una jornada aceptable de trabajo y una mayor cantidad de horas para estar con la familia. Acumular la jornada en menos días, no necesariamente es garantía de mayor productividad.